SILVIA S.RUBIO

Socia y voluntaria de la Asociación de Enfermos y Trasplantados Hepáticos de Cataluña

 

Querido socio

 
 
Mi nombre es Silvia y hace quince años me diagnosticaron una enfermedad genética, crónica y degenerativa que afectaba mi hígado. Hace solo seis meses que nos conocemos, pero el buen funcionamiento de nuestra sociedad hace que me sienta muy orgullosa de ti. Eres una de las personas que más feliz me ha hecho. Sin conocerme, sin pedir nada a cambio, sin que se sepa quién eres. Gracias a ti, ahora puedo disfrutar de una vida plena y luminosa, porque sin ti todo eran carencias y tinieblas. Y vivir entre las tinieblas no era agradable.
 
Pero, incluso en las etapas más oscuras por las que pasé, conocí gente maravillosa como Magda, voluntaria de l‘Asociación de Enfermos y Trasplantados Hepáticos de Cataluña. Su acompañamiento mientras me encontraba a la espera de conocerte, fue clave para la superación del todo el proceso de pretrasplante, cuando cada jornada era un mar de miedos y de incertidumbres. Me encontraba tan mal que ninguna otra persona me servía de consuelo. Y ella me transmitió fe. Mucha fe en la humanidad y en la ciencia. “Cuando pase la espera y llegue tu órgano, no te lo creerás. Te sorprenderá ver que en el camino de la vida hay gente muy generosa que nos permite continuar andando junto a nuestros seres queridos”, me dijo un día. Ojalá la conocieras.
 
Ella, brindándome solidariamente su tiempo, y tú, que me has brindado el tiempo que ya no puedes disfrutar, habéis conseguido que hoy pueda estar dirigiendo las obras de nuestra nueva casa, mientras escribo estas y otras palabras. 
 
Querido socio, tu solidaridad me ha dado a mucha más vida. Eres historia. Fuiste uno de los 4.427 trasplantes realizados en 2020, a pesar de la pandemia. Uno de los 1.034 trasplantes hepáticos realizados con éxito por nuestro sistema sanitario público el año pasado. Mi favorito. Mi socio. Mi compañero.
 

Silvia S.Rubio