En el momento en que estamos viviendo es cada vez más común que alguien en nuestro entorno haya estado confinado durante largos períodos en la habitación de su casa o en el hospital teniendo que pasar la cuarentena porque han sido positivos de la Covid-19 o han estado en contacto con una persona positiva. La tarea de seguimiento médico que los rastreadores suelen hacer generalmente se opta por el aspecto más fisiológico de la enfermedad, pero tan importante o más importante que este aspecto es el psicológico. Es muy difícil pasar los días y aceptar la enfermedad y sus síntomas que suelen ser muy duros. Compartir la enfermedad con amigos que también la han pasado o no, es una gran ayuda ya que todo el mundo tiene la intención de ayudar y apaciguar las molestias causadas por el virus. Nadie dice nada con mala intención, todo el mundo quiere ayudar.
La ayuda psicológica que prestan los diferentes departamentos de Salud ayuda y mucho, pero una de las herramientas a las que se agradece últimamente son los diferentes grupos de ayuda mutua que se están generando en las asociaciones de enfermos. En el caso de la AMTHC, el proyecto “Tardes de T” ofrece un foro en el que cada uno puede explicar sus necesidades, sus experiencias, sus guías, sus propuestas para el futuro incierto que la Covid-19 nos hace sentir.
Desde nuestra asociación nos hemos dado cuenta de que nos necesitamos mucho y el hecho de poder compartir, ayuda mucho a externalizar las ansiedades que cualquier enfermedad te produce. Posiblemente en un ámbito que no fuera similar al nuestro nos sería más difícil explicar nuestros sentimientos; aquí todos somos uno más y esto ayuda mucho a la hora de expresarnos porque no hay ninguna jerarquía o protagonismo, haciendo totalmente permeable tanto la información como el conocimiento compartido en las reuniones. La “higiene mental” causada por poder compartir sus preocupaciones siempre es algo muy positivo tanto para el paciente como para su entorno.
En nuestras “Tardes de T” estamos logrando ayudarnos mutuamente; personas que ya se conocían, pero también muchas otras que han estado accediendo a nuestras reuniones donde han podido compartir experiencias, problemas o alegrías que hasta ahora podían compartir. Aunque compartir experiencias generalmente no resuelve el problema como tal, proporciona puntos de vista y situaciones similares que ayudan a enfrentarlo más fácilmente, y con la convicción de que hay una solución cercana, incluso ayudándonos a olvidar por unos momentos que estamos enfermos, ya que estamos dando consejos y compartiendo experiencias desde el punto de vista de un tutor.
Estas reuniones que mencionamos son virtuales y con acceso totalmente gratuito; la bienvenida siempre está asegurada ya que todos queremos aprender de todos. La dirección es fácil: gam@ath.cat y todos estáis invitados.