El 28 de julio se celebra el Día Mundial contra la Hepatitis, en homenaje al nacimiento del doctor Baruch Blumberg, ganador del Premio Nobel, que descubrió el virus de la hepatitis B e inventó una prueba diagnóstica y la vacuna.
La hepatitis viral causa más de un millón de muertes cada año. Tanto la hepatitis B como la C cuando pasan a la cronicidad, constituyen infecciones que no muestran síntomas durante un período largo, pudiendo ser años o décadas. Por este motivo, al menos el 60% de los casos de cáncer hepático se deben a un diagnóstico tardío y a la falta de institución de un tratamiento adecuado.
Según los datos aportados recientemente por el estudio de Seroprevalencia del Ministerio de Sanidad,
Consumo y Bienestar Social (2020), se estima que en nuestro país hay más de 76.000 personas con
infección activa por el virus de la hepatitis C (VHC) de las que un 29,4%, alrededor de 22.000 personas
desconocen su infección y que, por lo tanto, resulta crucial identificar y tratar.
España tiene la oportunidad histórica de convertirse en el primer país del mundo en erradicar la
enfermedad antes del 2030, promoviendo el diagnóstico de la enfermedad entre la población que no
sabe que está infectada y facilitando el tratamiento curativo.