1.178 cirugías de riñón en medio siglo: aumentan la supervivencia y las posibilidades de trasplante. En Navarra existe un programa conjunto de trasplante renal entre la Clínica Universidad de Navarra y el Complejo Hospitalario de Navarra con unas tasas de supervivencia. 

Medio siglo ha transcurrido desde que la noche del 19 de septiembre de 1969 se realizara el primer trasplante de riñón en Navarra. Fueron los doctores Martínez Caro, Gómez Durán, Cortesini y Cuchaiaria quienes hicieron historia en esta Comunidad al efectuar el primer trasplante renal a un paciente en un quirófano de la Clínica Universidad de Navarra. 

Desde entonces, los equipos de la Clínica y los del Complejo Hospitalario de Navarra han realizado en colaboración 1.178 intervenciones de sustitución del órgano renal que han devuelto la calidad de vida a esos más de mil pacientes. La cooperación de ambas instituciones se concreta en el Programa de Trasplante Renal de Navarra, por el que la extracción del injerto renal de donante cadáver se realiza en el Complejo Hospitalario y el implante en el receptor se lleva a cabo en la Clínica. Este primer trasplante renal dio pie al Programa de Trasplantes de Navarra que actualmente incluye también los trasplantes de hígado y corazón.

Hoy se mantiene el programa colaborativo con evidentes avances para los pacientes. Hace 50 años, la insuficiencia renal crónica grave desembocaba en un tratamiento prolongado de diálisis. Mientras tanto, siempre que cumpliese los criterios oportunos, el paciente permanecía en lista de espera durante meses o incluso años, hasta la llegada de un riñón adecuado a sus características. El trasplante suponía entonces, y supone ahora, calidad de vida y una vuelta a la vida ordinaria, sin depender diariamente de la máquina de diálisis para poder vivir. 

En este medio siglo la situación ha cambiado mucho y la medicina del trasplante de riñón ha vivido importantes avances. Los enfermos con insuficiencia renal grave cuentan con un abanico más amplio de posibilidades para poder recibir a tiempo un órgano renal. “Son muchos los factores que influyen (advierte el coordinador autonómico de trasplantes en Navarra, el Dr. José Roldán). En este tiempo ha habido grandes avances en técnicas y tratamientos. Pero si no hay donación, no hay trasplante. Siempre he defendido el altruismo de la sociedad navarra, pero también su confianza en su sistema sanitario. Porque cuando funciona bien y la ciudadanía confía, todo va rodado”.

Supervivencia por encima del índice europeo

Así, la coordinación experimentada de los equipos de trasplantes de ambas instituciones y la implantación de los avances más punteros han conseguido que, en la Comunidad foral, las tasas de supervivencia del injerto y de supervivencia de pacientes trasplantados de riñón sean unas de las más altas de Europa. 

En concreto, la supervivencia del receptor se cifra en un 97,7% durante el primer año de la intervención y en un 94,5% a los 5 años. Del mismo modo, la supervivencia del injerto (riñón trasplantado) es del 91% en el primer año y del 81,7% a los 5 años, según datos ofrecidos por la Dra. Paloma Martin, responsable de la Unidad de Trasplante Renal en la Clínica Universidad de Navarra.

“A esto ayuda una buena coordinación, un buen entendimiento entre el Complejo Hospitalario de Navarra y la Clínica. Existe un contacto constante entre los coordinadores de ambos centros y es gracias a ese buen hacer por lo que conseguimos llevar los trasplantes a buen puerto”, afirma el coordinador.

Por su parte, el director general de Salud del Gobierno de Navarra, el Dr. Carlos Artundo, subrayó el valor de las donaciones: “Hay algo que no ha cambiado y que sigue siendo actual y es que todo lo que estamos hoy celebrando no hubiera podido ser si no es por la existencia de los donantes y por la generosidad de sus familiares, muchas veces los grandes olvidados en estas celebraciones. Está claro que si no hay donantes no hay trasplantes. Valga estas palabras como un reconocimiento hacia ellos y sus familiares”

Los buenos resultados obtenidos en el programa colaborativo de trasplantes de Navarra han sido debidos, según el Dr. Artundo, “gracias al buen entendimiento que ha habido entre la Coordinación de Trasplantes del Complejo Hospitalario de Navarra y la Coordinación de Trasplantes de la Clínica Universidad de Navarra. También hay que reseñar la relación existente entre los dos servicios de Nefrología, trabajando siempre por mejorar las posibilidades terapéuticas del enfermo renal crónico”.

Apostó en este sentido por “seguir trabajando por esta colaboración, aspecto que me consta que se está realizado  gracias a la labor de la Coordinación de Trasplantes de Navarra, pieza clave del éxito del modelo español, en el campo de la donación y trasplantes de órganos”.

El director general de la Clínica, José Andrés Gómez Cantero recordó en sus primeras palabras a los impulsores de este programa: los doctores Purroy, Berián, Errasti, Subirá, Javier Pardo, Fernando Pardo, Montse Llorente y Fina Ripoll.

Gómez Cantero señaló la dificultad de llegar a los buenos resultados que se han conseguido para lograr la realización de estos casi 1.200 trasplantes renales en Navarra. Un camino largo y complicado que ha sido posible gracias a:

  • En primer lugar, a la enorme generosidad de los donantes. Sin ellos, los trasplantes no serían posibles.
  • Al programa conjunto de trasplante renaldel Complejo Hospitalario de Navarra y la Clínica, mediante el cual la extracción de donante cadáver se realiza en el Complejo y el implante en el receptor se lleva a cabo en la Clínica.
  • Y a la encomiable labor de la Organización Nacional de Trasplantes.

Tres hitos fundamentales

Entre los principales avances experimentados en esta modalidad de trasplante, la Dra. Martín destaca el Programa Nacional de Donación Renal Cruzada, dirigido a encontrar otra pareja de donante-receptor de similares características, con la que no exista problema de compatibilidad sanguínea ni de otro tipo de anticuerpos.

La nefróloga señala también la importancia del inicio de los trasplantes ABO incompatibles en 2012, que permiten la donación de un riñón entre dos personas con incompatibilidad de grupo sanguíneo. “Se trata de aplicar un tratamiento desensibilizador a pacientes que sólo cuentan con un donante vivo, pero con el que se da la circunstancia de que tienen grupos sanguíneos incompatibles”.

La donación en asistolia tipo III, que permite donar con mayor rapidez el órgano de un donante cuando ha sufrido una parada cardiaca irreversible en un hospital, es el tercer hito. “En este tiempo se han producido una serie de mejoras que han conseguido derribar barreras importantes en la disponibilidad de órganos renales para donación”

La evolución de los tratamientos de inmunosupresión hacia terapias muy individualizadas, gracias a la aparición de nuevos y eficaces fármacos, ha sido otro de los grandes pasos que se han vivido en el trasplante renal durante las últimas décadas.

Técnicas mínimamente invasivas y tiempos de isquemia

En el ámbito quirúrgico, entre los principales progresos experimentados en estos 50 años, el director del departamento de Urología de la Clínica, el Dr. Ignacio Pascual, destaca la incorporación de la máquina de perfusión, que consigue una mejor preservación del injerto durante más tiempo, lo que se llama un mayor tiempo de isquemia en frío. Esta cuestión ha permitido que el órgano se implante en mejores condiciones, de manera que el restablecimiento de la función renal será también mejor en el paciente trasplantado.

En concreto, es en este aspecto en el que el especialista señala el punto diferencial del Programa de Trasplante Renal de Navarra. “Somos el equipo con menor tiempo de isquemia en frío de todo el país, de manera que los órganos que implantamos llegan en mejores condiciones al paciente receptor”. La buena coordinación entre los equipos del Complejo Hospitalario y los de la Clínica permiten en esta ventaja respecto al resto. “Este trabajo más coordinado viene de una mayor estandarización en los protocolos de trasplante, debido a todo el tiempo que llevamos de trabajo en común”, recuerda el facultativo.

Otros avances ocurridos en este tiempo tienen que ver con unos tiempos quirúrgicos reducidos y con un modo de intervención mucho menos invasivo, señala el urólogo. En cuanto a los retos de futuro, el Dr. Pascual apunta la posibilidad de introducir de forma paulatina la cirugía robótica dentro de la intervención del trasplante renal. 

La bioingeniería de tejidos para poder fabricar órganos sigue también en un horizonte futuro, y constituye una de las líneas básicas de investigación en este campo. No obstante, el especialista quiso destacar la necesidad de que la sociedad se conciencie de la importancia cada vez más urgente de practicar la donación de riñón entre vivos.

Algunos datos de interés:

  • 178 trasplantes renales.
  • 34 trasplantes de donante vivo.
  • Supervivencia del paciente más longevo: 42 años (trasplante de donante vivo realizado el 25 de mayo de 1977).
  • 1974: Primer embarazo en trasplantada renal. Uno de los primeros casos en el mundo.
  • Donante cadáver más joven: 18 meses.
  • Donante de más edad: 88 años.
  • Receptor más joven: 13 años.
  • Receptor de más edad: 82 años.
  • 2016: Año con mayor número de trasplantes: 56.

 

Fuente: pamplonaactual.com