La promoción hecha para captar donantes de médula hizo que en 2018 se registraran 177 nuevos donantes.
Hasta hace unos años, si una persona de Ceuta quería hacerse donante de médula tenía que acudir al Centro de Donantes de Jérez (el centro de transfusiones de referencia para la ciudad). Una situación que hacía que los interesados desistieran de hacerse donantes. Por eso, cuando María Luisa Centeno cogió las riendas del área de trasplantes en el Hospital Universitario se puso de acuerdo tanto con el centro de Jérez como con la Organización Nacional de Transplantes (ONT) para actuar como enlace del centro de transfusiones gaditano en la ciudad.
“Desde entonces, intento hacer promoción sobre la donación de médula ósea y existe un correo a la coordinación de trasplantes para que la gente se ponga en contacto conmigo, porque para hacerse donante de médula es necesario que el donante conozca perfectamente el proceso ya que tiene que firmar un documento de compromiso y entregar una muestra que va al banco de donantes y algún día puede ser llamado para ser donante”, explica Centeno para subrayar que el donante debe saber “a qué dice que sí”. Para eso, ella se entrevista con los interesados en una reunión que suele durar unos 20 minutos. Un trabajo “complicado” para el equipo que se traslada desde Jérez a la ciudad cada dos meses para realizar extracciones de sangre y disponen de poco tiempo.
Este trabajo, al que se unen las visitas que Centeno hace para dar a conocer la donación de médula a distintos centros de trabajo, ha hecho que el número de donantes de médula en la ciudad crezca cada año de forma exponencial. Atrás ha quedado el primer año en el que Centeno recuerda que sólo se registró un sólo donante. Y es que, en 2018 se alcanzó la cifra de 177 donantes, un 54% más respecto al año 2017, que fueron 115 los nuevos donantes, y este año en poco más de dos meses ya se va por el medio centenar. “La respuesta de la gente es magnífica”, afirma para contar la ilusión que trasladan los donantes que son llamados porque hay una posible compatibilidad para hacer un trasplante. “En ese momento del proceso el donante tiene una ilusión enorme porque puede salvar una vida”, recuerda.
Fuente: elpueblodeceuta.es