Las entidades de acogida de Barcelona ofrecen más de 66.000 pernoctaciones para pacientes y familiares desplazados en 2024, pero alertan que muchas peticiones no se pueden asumir por falta de recursos
● Las entidades de acogida de Barcelona —Fundación Hospitalidad Madre de Dios de Lourdes, Fundación Jubert Figueras, Fundación Josep Carreras contra la Leucemia Fundación Inés Arnaiz, Fundación de Oncología Infantil Enriqueta Villavecchia, Asociación de Trasplantados Hepáticos de Catalunya y AFANOC— han ofrecido más de 66.000 pernoctaciones para pacientes y familiares desplazados en 2024.
● El grupo de trabajo formado por todas ellas detecta un crecimiento en la demanda que se pone de manifiesto en las 185 solicitudes que no han podido ser atendidas por la falta de alojamientos, un 16 % más respecto a 2023.
Barcelona, 26 de marzo de 2025
Las entidades que ofrecen alojamientos a pacientes y familiares que deben desplazarse a Barcelona para recibir tratamiento han atendido 838 solicitudes durante el último año, 140 más respecto a 2023.
Sin embargo, 185 solicitudes, un 16 % más respecto a 2023 (159), no han podido ser asumidas por falta de recursos, lo que ha dejado a muchas familias sin una alternativa adecuada mientras acompañaban a sus seres queridos en momentos críticos.
La falta de alojamientos añade más estrés a las familias, que a menudo tienen que buscar por su cuenta lugares donde pernoctar, un gasto que en muchos casos es inasumible, ya que la economía familiar se ve afectada por las entradas y salidas del hospital.
Más de 800 pacientes y familiares acogidos y más de 66.000 pernoctaciones
La duración de las estancias varía en función de los tratamientos y patologías, oscilando desde uno o dos días en el caso de pruebas diagnósticas hasta varios meses o un año en el caso de los trasplantes. La estancia media en los pisos es de 33 días. De las 838 familias desplazadas atendidas, 651 fueron acogidas por recursos propios de las entidades, mientras que el resto
pudieron ser ubicadas en hoteles, gracias a convenios de colaboración, lo que les permitió acceder de manera prácticamente gratuita.
Esta atención y estos recursos han sido fundamentales para evitar que más familias se quedasen sin alojamiento en un contexto en el que el precio medio de una habitación de hotel en Barcelona fue de 190 € por noche en 2024, según datos del Gremio de Hoteles en Barcelona.
Con estas 66.175 pernoctaciones se podría llenar el Palau Sant Jordi casi cuatro veces, y, sin este soporte de las entidades de acogida, muchas familias se ven obligadas a buscar alternativas precarias o endeudarse para acompañar a sus familiares en momentos de gran vulnerabilidad.
En 2024 se acogió a 835 pacientes, entre adultos y pediátricos, más sus personas cuidadoras
Uno de estos casos es el de Kat y David, de Tarragona. Estaban en la semana 32 de embarazo cuando les comunicaron que su hija Llum tendría que nacer prematuramente debido a una cardiopatía congénita, para poder recibir una cirugía cardíaca de urgencia. Desde entonces fueron alojados durante cuatro meses para poder estar cerca del Hospital Vall d’Hebron para los controles prenatales, en el momento del parto y el seguimiento de la bebé, y unos meses más tarde para poder llevar a cabo una segunda intervención quirúrgica a la niña.
Tatiana, de 56 años, es paciente de leucemia y ha necesitado un trasplante de médula ósea de donante no emparentado localizado por el REDMO de la Fundación Josep Carreras. Pero para someterse a este tratamiento, se ha tenido que desplazar a más de 160 km de su casa. Después de un trasplante de este tipo, el paciente debe quedarse cerca del hospital durante unos meses por si surge alguna complicación o urgencia. En su caso, necesitó 109 días de alojamiento solidario.
Esta es la situación de centenares de personas que cada año vienen a Barcelona para someterse a intervenciones o tratamientos complejos. Estas personas son derivadas a los principales hospitales de tercer nivel de la Ciudad Condal desde otros puntos de Cataluña, otras comunidades autónomas u otros países. La situación es complicada, ya que los costes de un hotel en Barcelona son muy elevados y la posibilidad de encontrar un piso de alquiler sin saber bien cuánto tiempo se tendrán que quedar cerca del centro sanitario es muy cara y casi imposible.
Un total de 41 alojamientos y 115 habitaciones disponibles
Actualmente, las entidades disponen de 41 alojamientos y 115 habitaciones en el área metropolitana de Barcelona, donde se garantiza un ambiente acogedor y adaptado a las necesidades de las familias desplazadas, que no solo del resto de Cataluña, sino también de todo el Estado español y de todo el mundo.
El impacto positivo de esta iniciativa social es innegable: la recuperación del paciente es más efectiva cuando el cuidador puede estar presente en condiciones adecuadas. Las entidades
reclaman reforzar estos recursos esenciales y garantizar que ningún familiar tenga que elegir estar al lado de su ser querido y su estabilidad económica.
Alojamientos accesibles: una necesidad ante los avances médicos y sociales
La labor de las entidades que disponen de alojamientos de acogida ayuda a disminuir la presión hospitalaria de los centros médicos del área metropolitana de Barcelona. El protocolo de acceso a los recursos de alojamiento establece que los pacientes deben venir derivados desde las áreas de trabajo social de los centros médicos, que valoran cada caso para ajustar mejor las necesidades de la familia. Los hospitales que más solicitudes de alojamiento han generado son el Hospital Universitario Vall d’Hebron, el Hospital Clínic de Barcelona y el Hospital Sant Pau.
Nos encontramos en un contexto en que la ciencia avanza más deprisa que el ámbito social, y desde las respectivas áreas de trabajo social se mantiene un contacto estrecho con las entidades de acogida para dar respuesta a la fuerte demanda de alojamiento a las familias de pacientes desplazados.
Barcelona se consolida como un hub de innovación científica, con avances destacados en medicina que ponen al paciente en el centro. Un ejemplo de esta evolución son los tratamientos domiciliarios, como los de inmunoterapia CAR-T, que permiten a los pacientes recuperarse en la comodidad de su domicilio, evitando ingresos hospitalarios prolongados.
Sin embargo, esta tendencia futura plantea nuevos retos: el aumento de los trasplantes y los tratamientos domiciliarios, el precio elevado del alojamiento en Barcelona, la imposibilidad de alquilar pisos durante periodos inciertos y la creciente precariedad social que hacen que los alojamientos de acogida sean más necesarios que nunca.
La ciencia y los servicios de alojamiento deben avanzar conjuntamente para garantizar una atención más humana y eficiente, reducir las desigualdades territoriales de acceso a la salud y asegurar que ningún paciente ni familia se quede atrás en este camino hacia el progreso.